16 marzo, 2009

LA GRAN MIGRACIÓN


Han sido muy pocos los afortunados que han podido verlo con su propios ojos.
Me refiero a la gran migración y retorno de los árboles en primavera.
Está muy extendida la creencia de que, a los mismos árboles que el taimado otoño despluma de sus hojas en una partida, la primavera se las rembolsa cada año sin usura.
Pero, en verdad, no sucede exactamente así.
Lo que ocurre verdaderamente, es un cambio de árboles. Cuando nadie los ve -o tan sólo unos pocos afortunados, los que han soportado las inclemencias del invierno se retiran a balnearios, a destinos de todo incluido o a clínicas de dexintosicación, y son sustituidos por otros que regresan con savia renovada y con expectativas de vientos y de pájaros, de algún río.
Como este que llega, decidido.

pd: A partir del 23 podréis encontrar y pedir en las librerías:
LAS HORAS SE RÍEN DE MÍ.
Salud

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