01 junio, 2010

DOS MENSAJES CIFRADOS. EL IZQUIERDO (VII)


Al descender de la barca,
en la playa me encontré con dos mensajes clavados en dos postes clavados por el mismo impulso en la arena -uno a la derecha y el otro a la izquierda- por medio de los cuales yo debía pasar.
Alguien, me dejaba las claves.
Otro alguien también dejaba claves a otro que aún no había llegado.

Sabía que sólo un juego de ellas me conduciría y que el otro me extraviaría sin remedio. Y lo mismo le sucedería al que llegara después de mí si yo me equivocaba.

Debía de acertar con mi elección. Algo más que un error estaba en juego.
Un tesoro.
Una muerte.

Como nada en su forma externa ni en su disposición, ni siquiera en el modo en que el clavo los atravesava, aparentemente sin provocar dolor, indicaba cuál de los dos alfabetos -el izquierdo o el derecho- estaba reservado para mí, cuál de los dos alguien me había dejado, me decidí a leer ambos.

Miré a ambos lados.
Nadie.
Miré a ambos lados.
Me decidí por el izquierdo.
Dice así:
"Id a cierto sitio y haced ciertos tratos con ciertas personas del modo que parezca oportuno"
Quizás.
Sin duda se trata de claves cifradas. Pero creo que no son para mí.
Huelen a sicario, a monarca soberbio y a Papa humillado.

Miro a ambos lados.
Nadie.
Desclavo la otra.
Dice así:

3 comentarios:

Azra dijo...

Me has dejado a medio.... qué dice la otra?

Roland dijo...

No entiendo el mensaje, pero sí, huele a "tortazo".
A ver si en el otro hay una caracia.
Iluso.

Anónimo dijo...

No vayáis a ningún sitio, no hagáis tratos con nadie, dejad que pase la tormenta....el tiempo decide...